De los laberintos infantiles a la ¡Operación Jaque!: Aplique usted también la estrategia en su empresa.

Por Tania López Medina.

Desde la escuela todos tuvimos la oportunidad de jugar a encontrar la solución a un laberinto, en donde partíamos desde un punto A para llegar a un punto B. Posiblemente, ese proceso de buscar la solución a la salida, nos pudo haber llevado a pasajes cerrados o callejones sin salida y seguramente fueron algunos de los primeros ejercicios que realizamos con el fin de desarrollar aptitudes para la solución de problemas.

Generalmente hemos escuchado la palabra “estrategia” relacionándola con mayor frecuencia con temas militares. La palabra con el tiempo fue adoptada de manera permanente por el sector empresarial convirtiéndose en uno de los temas más importantes en dicho ambiente.

La Real Academia Española define la palabra “estrategia” como “el arte de dirigir las operaciones militares. Traza para dirigir un asunto. En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento”. Así, todos de alguna manera, hemos tenido que crear estrategias que nos permitan lograr los objetivos que deseamos alcanzar, desde los muy sencillos relacionados con la vida práctica cotidiana, hasta muy complejos de acuerdo al trabajo que realicemos o situación particular que vivamos.

A veces los temas pueden ser muy complejos y la estrategia para solucionarlos puede ser relativamente simple, como ocurrió con la “Operación Jaque” en Colombia, entre el Gobierno con el Ejercito Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) en el 2008. El planeta entero tuvo la oportunidad de ver ejecutada una de las operaciones militares más limpias y aplaudidas en materia de estrategia militar pues el suceso no incurrió en pérdidas humanas para ninguna de las partes, cumpliéndose su objetivo a cabalidad con el rescate de 15 personas retenidas años atrás por éste grupo revolucionario.

En el entorno empresarial, una empresa dependiendo del ambiente en el que se desenvuelva, para participar en un mercado, colocar sus productos, crecer y generar utilidades, deberá ser más o menos creativo para cumplir sus objetivos.

Pero recordemos cómo es que cotidianamente procesamos para cumplir con un objetivo que nos hayamos plateado, por ejemplo, llegar de la casa al trabajo, si en éste momento estamos en casa:

1. Partimos de saber, dónde estamos, o sea en casa.

2. Determinamos a dónde queremos llegar, o sea al trabajo.

3. Identificamos la forma más apropiada para llegar a él, pudiendo ser en automóvil (propio o de alguien que pase por nosotros), en autobús, en taxi, en bicicleta, a pie, dependiendo de la distancia, o una combinación de varios de los anteriores.

Ahora bien, para la estrategia militar o empresarial, el proceso básico es exactamente el mismo, partiendo de saber dónde nos encontramos, a dónde queremos llegar y cómo vamos a lograrlo.

Para la empresa el obtener el favor del mercado mediante la implementación de estrategias, implica esfuerzos que de aplicarlos bien nos puede ahorrar mucho dinero. Una empresa sin un plan trazado así sea a mediano plazo, es como un barco a la deriva sin timón, ni dirección, ni que pensar en una brújula.

La aplicación de estrategias empresariales, aparte de ubicarnos en un macro ambiente externo que va desde el clima hasta la situación política, pasando por aspectos legales, culturales entre otros según el giro, nos permite saber a nivel micro como nos encontramos ya como empresa, competidores, clientes, proveedores, etc.

Una vez que sabemos dónde estamos parados es que entonces pasamos a diseñar la estrategia oportuna para lograr ese objetivo que nos hemos trazado, e inclusive, tenemos que pensar en un “Plan B”, por si cualquiera de las decisiones que tomemos falle durante el proceso de ejecución, sobre todo porque los mercados en la actualidad son muy dinámicos y las empresas deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a los cambios que puedan ocurrir.

Otro aspecto importante en relación con los objetivos y la estrategia, es pensar que son imposibles. A veces los obstáculos pueden ser importantes, pero desechar un objetivo sin analizar las posibilidades para alcanzarlos, podrían hacer la diferencia entre el éxito o el derrumbe de una empresa.

Le planteo el siguiente reto. Pensemos en el siguiente cuadro el cual podemos ver como un “laberinto dinámico”, en donde queremos llevar la cajita negra del punto A al punto B. Si para lograr dicho objetivo nos plantean reglas u obstáculos como:

a) Los rectángulos largos solo pueden ser movidos en forma vertical.

b) Los rectángulos cortos solo pueden ser movidos en forma horizontal.

¿Cómo lo resuelve usted?

De entrada para algunos la solución no será tan fácil, pero luego verá que tampoco es imposible. Primero, habrá que analizar los posibles movimientos de cada tipo de rectángulo, identificar todas las posibilidades y siendo dinámico, solo verlo en un plano podría ser limitante, entonces trataremos de verlo desde otros ángulos, veamos los siguientes dos planteamientos:

Finalmente, recordando las reglas para movilizar las piezas o rectángulos, trazo una ruta y soluciono mi problema. Tal vez verlo desde una sola perspectiva puede ser suficiente para algunos, para mi ver todo el panorama y seleccionar la mejor opción me parece una mejor decisión, así no tenga que usarlas todas y solo me amplié la visión del problema.

Ahora le pregunto: ¿Resolvió ya nuestro “laberinto dinámico”? 

Yo lo resolví de la siguiente forma :

Así como nuestro cuadro es dinámico, en el camino las reglas u obstáculos también pudieron haber cambiado y ello nos recuerda que actuar con la precisión del caso y en el tiempo oportuno también puede hacer la diferencia entre lograr los objetivos y aprovechar las estrategias que trazamos o perderlas en el proceso de ejecución.

En el ámbito empresarial, el diseño de las estrategias va implícito en todas las áreas de la empresa, partiendo de lo que quiere llegar a ser y cómo lo hará, que productos o servicios va a ofrecer y cómo los producirá, hasta cómo hará que lleguen a su mercado, cómo hará que los mismos reditúen de acuerdo a lo planificado, entre otras estrategias que de manera integrada cumplan con objetivos de la empresa.

Como ve, la estrategia sintetiza por verlo así, las actividades que nos llevarán a lograr nuestros objetivos empresariales. Anímese entonces a aplicar la estrategia en su empresa como un elemento clave para la planificación y no olvide revisarlas para controlar que están vigentes de acuerdo a los factores externos e internos con los que originalmente fue planteada.

Imagen No. 1 obtenida en:  vtv.gov.ve.

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