Por Tania Lopez
¿Quién no ha tenido la experiencia de ver a un bebé soltar una tremenda carcajada y soltar de inmediato la suya propia?… (le dejo un momento para que la recuerde y se dé su tiempo para reír).
Esa gratificante experiencia, emociona al espectador subiendo su ánimo y su caudal de deseo por continuar sonriendo ante el grácil rostro, sus ojos brillantes, y esa delirante expresión de felicidad incontenible que contagia a quien la contempla. Da igual si ante el infante estén uno o diez personas más, la reacción en todas será la misma con tendencia, más bien a perpetuar la carcajada por más tiempo. Todos desearán seguir contemplando aquella criatura que en ese momento ejerce un poder cautivador manteniendo la atención y felicidad en su público. Tan sencillo es el acto, como tan fácil brota la energía contagiosa de la risa en todos sus espectadores.
Algunas personas se preguntan por qué sus negocios electrónicos o sus blogs no son visitados en lo absoluto, o tienen un bajo nivel de tráfico en ellos. ¿Qué le falta a mi blog, se preguntan los bloggeros para que la gente venga a él?
Comencemos por nuestra sencilla anécdota. Si Usted ha conectado con su público, si éste es uno y lo mantiene cautivado, él estará allí sonriendo para usted. Será el solo, pero allí estará. Otros dirán ¡tengo uno y es fiel! Magnífico por ello, eso significa que si uno está cautivado, puede cautivar a otros más si estuviesen presentes en su espacio de acción. Preocúpese si a su único espectador no puede mantenerlo cautivo.
Segundo, y ¿Qué hace un bebé para mantener la atención de sus admiradores? Sencillo, les brinda en un instante lo mejor de sí mismo. El saca toda su energía y le dedica su mejor, más abierta y cálida sonrisa, la cual refuerza con enérgicos movimientos diafrágmales, y no sólo lo hace una vez, la repite para usted, porque igualmente disfruta verlo feliz.
¿Qué tiene que hacer usted para mantener cautivado a su público? Efectuemos la analogía: no que tan grande sea usted, su blog o su negocio, bríndeles en cada instante lo mejor de usted mismo y si a él le gusta, repítalo y en el proceso sea feliz al hacerlo.
Parece fácil el proceso inicial dirá usted, y ¿qué hay del tráfico de personas en mi espacio?, porque no basta con tener un gran negocio para mantenerlo con solo un espectador! Yo le diré que tiene usted tiene razón, ningún negocio se mantiene con un solo espectador porque así fuera su cliente sería su mecenas.
Sigamos entonces con la analogía. ¿Se ha percatado cuando una persona está en una habitación con un bebé riendo, y hay un grupo familiar cerca en otras habitaciones de la casa, y el bebé comienza a reír reiteradamente y su acompañante comienza igualmente a reír? Posiblemente, si usted no está en algo muy importante en ese momento, se desplazará hacia la zona divertida de la casa de la cual se ha enterado por los ruidosos sonidos reiterantes de la risa que han traspasado las paredes del espacio físico en el que usted se encuentra. Verá que otros miembros posiblemente se vayan acercando, ya sea por compartir el momento o por conocer la razón por la que la criatura ríe y ríe reiteradamente, así como su acompañante.
Se produce un efecto multiplicador que la pequeña criatura o Ud. detonan y que simplemente se expande atrayendo a los demás miembros del núcleo familiar.
Este es un ejemplo muy sencillo, pero es el mismo efecto que produce el marketing viral o el marketing de zumbido, el cual parte de un motivador que refleja intereses comunes entre él y el un receptor, quien con el mismo efecto devuelve al motivador original, convirtiéndose él mismo ahora en motivador, y su contraparte en receptor.
¿Y cuándo se acaba el efecto? Pues bien, tan sencillo como nuestro ejemplo, el efecto acaba, cuando uno de los dos para de reír. Si usted no le devuelve la carcajada, ésta no se reflejará, su contraparte podrá querer seguir riendo por un momento, pero al no haber ningún eco que reflecte, el también se detendrá.
Realicé una experiencia particular con mis estudiantes universitarios de Marketing, con el asombroso efecto del marketing viral. Iniciamos un sitio en una red social con un proyecto tan sencillo como una competencia de atracción de fans al sitio. Tan elemental era el proyecto, que en menos de una semana se había atraído a más de 1000 fans al sitio, comenzando primero con veinticinco personas. Al día siguiente había casi cincuenta, al día siguiente había casi cuatrocientas y sucesivamente la carcajada fue expandiéndose, atrayendo a fans que llegaban algunos por apoyar a sus amigos, otros por curiosidad y otros simplemente porque fueron contagiados para ver qué era eso que “sonaba” en la red.
¿Y si mi red no es tan grande, dirá usted, como atraigo a más personas para que lleguen a mi espacio? Tiene Usted razón le agrego, no todos pueden tener una gran red original, lo que puede retrasar el efecto para llegar con más rapidez a otros receptores.
Sigamos con nuestro ejemplo original. Si usted tiene al bebé en la casa, sólo lo verá el núcleo familiar y se acercarán aquellos hasta donde alcancen las carcajadas y que se sientan en “confianza” de acercarse a compartir el momento. Usted habrá escuchado carcajadas en casas de sus vecinos o grupos de personas que no conoce, y no por ello se va a acercar al menos que lo inviten.
Entonces, ¿qué ocurre si coloca al bebé en una pantalla de TV y lo ven 100 millones de personas? Posiblemente serán igualmente contagiados y todos reirán a la vez. ¿Qué ocurre si usted coloca su anuncio (carcajada) en los espacios virtuales de los demás? Posiblemente pueda atraer a muchos a su sitio.
Pero no cuento con capital para ponerlo en la televisión nacional, dirá usted, y es entonces donde yo le diría que evaluemos sus recursos y busquemos la estrategia más adecuada para extender su carcajada, la cual se irá expandiendo de acuerdo a sus propias capacidades sonoras.
Siguiendo con la analogía, y si usted lo que tiene es un blog con el que no quiere más que compartir sus experiencias con los demás, le diría que coloque un enlace o link de su blog en todos los blogs posibles similares al suyo, y en los no similares, pero que pueda reflejar su movimiento. Hágase la idea de que si el bebé y toda su red social desearan contagiar en un funeral su carcajada, no sería tan bien recibida, como si podría hacerlo donde hay muchas personas con la disposición para recibir su anuncio.
Entonces, si su blog trata de cuan feliz es el compartir de los padres con los hijos, no coloque su link en blogs de heavy metal para jóvenes rebeldes. Su efecto no tendrá la resonancia que desea.
Usted puede hacer uso de todos los medios a su alcance para dar a conocer su espacio virtual. Colocar links en otros espacios, enviar correos electrónicos, diseñar anuncios exclusivos de su espacio, como banners o botones y colocarlos en otros sitios. También puede hacer uso de medios externos como la publicidad en medios adecuados u obtener bases de datos para invitar a más espectadores o clientes Para generar ese efecto, sus fans deberían poder interactuar en su sitio, con usted, y entre ellos aún mejor, de tal forma que en ese “verse a los ojos”, pueda expandir aún más el efecto de desear quedarse en su espacio.
Si lo que les ofrece les parece interesante, o cautivante, los tendrá allí para usted sino poco a poco se irán. Este punto es importante porque usted debe reflejar tanto en el diseño de su espacio como en la descripción y palabras clave que coloque sobre él, total coherencia entre lo que se ve, por dentro y por fuera. Si está en sus manos, apóyese en lo que se refiere a programación y diseño en alguien que sepa del tema.
Ya lo sabe, si quiere mantener permanentemente a su mercado atento a su actividad, no bastará una sola carcajada. El efecto que busca es de espejo y usted deberá hacer su mejor esfuerzo para mantenerlos cautivados, haciendo ¡sonar sus mejores carcajadas!